Honduras- A Comissão da Verdade


JOSÉ MANUEL ZELAYA ROSALES

Un golpe de estado no ha sido suficiente para la oligarquía y el imperialismo. La amenaza de volver a la carga contra muchos de sus propios sectores es un hecho real. Pepe Lobo intenta equilibrios imposibles y Hugo Llorens no consigue cuadrar ninguna de sus perspectivas. El golpe es una criatura incontrolable, la fuerza constituye el argumento para defender o atacar posiciones. En el marco de los intereses del capital la razón sale sobrando.
El régimen es incompetente para atender el problema de la economía, los golpistas han tomado el poder para robar todos los recursos sin dejar siquiera un poco para ocultar su delito. La oligarquía improductiva, retardataria, parásita, asesina y corrupta pone en evidencia sus verdaderos alcances. La crisis social se generaliza a partir de su incompetencia y los efectos no demoran en manifestarse. La élite mediocre e ignorante no tiene más culpables, entonces arremete contra si misma.
Fracasa la Comisión de la Verdad, el pueblo no atiende más la mentira de los medios golpistas, es descubierto a tiempo el intento de infiltrar y dividir al Frente Nacional de Resistencia, los campesinos del Aguán se toman una y otra vez la tierra del delincuente de Miguel Facussé, los maestros continúan en pie de lucha por sus derechos y retoman las calles, abogados y jueces con dignidad asumen posiciones y combaten al régimen, la solidaridad internacional se expresa en cada foro, encuentro, convención e incluso Asambleas de Estados donde no es reconocido el régimen de facto y en muchas ocasiones su presencia es abiertamente rechazada; el pueblo hace suyo el derecho a la manifestación, se multiplican los descontentos a la par de la organización; el gobierno no existe y la embajada no encuentra soluciones.
La inundación resulta insuficiente para justificar el apoyo internacional y continuar con el pillaje. El golpismo atraviesa una agudización de la crisis que sectores más conservadores creen poder resolver con un nuevo golpe de estado. Carlos Flores y Hugo Llorens lo analizan y comienzan a mover sus hilos para comprobar sus lealtades pero la historia hace sus propios cálculos y lleva otra iniciativa. ¿Hasta cuando pretenden mantener un pueblo en el oprobio? Su derrotada es evidente.
Por su parte, la Resistencia ha logrado forjar el movimiento político más importante en la historia del país, su proceso organizativo e ideológico tiene una aceleración que no logra frenar el enemigo. La marcha hacia a la Asamblea Nacional Constituyente continua. Es un hecho, en Honduras se engendra una Revolución.
¡Venceremos!

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