Vilma Espín, exemplo de mulher revolucionária


Vilma Espín
La flor más universal de la Revolución Cubana, de autoria de
Ligia Trujillo Aldama

Combatiente clandestina, guerrillera y dirigente de la Revolución Cubana

Desde su génesis la Revolución Cubana tuvo en Vilma Espín un pilar imprescindible en las luchas del llano y la montaña contra la tiranía de Fulgencio Batista. No importa cuántas identidades velaran su entereza en la trinchera clandestina: Alicia, Mónica, Déborah, Mariela… Bajo un mismo rostro y una sola convicción revolucionaria, esta combatiente indoblegable empuñó las armas en la ciudad de Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra como una de las principales dirigentes del Movimiento 26 de Julio.
Tras el triunfo de 1959 se consagró a la organización, la educación y la lucha por los derechos plenos de la mujer en el seno del nuevo proceso social. Fundó y presidió la Federación de Mujeres Cubanas y hasta el final de su vida se mantuvo en la dirección política del país. Vilma encarna los más bellos ideales de combatividad y optimismo, de incansable guerrillera y de celosa albacea de la ternura.
Sobre la autora
Ligia Trujillo Aldama
(1933). Maestra Normalista y doctora en Pedagogía por la Universidad de Oriente. Fue combatiente clandestina del M-26-7. Después del triunfo revolucionario se especializó en Psicología Educativa y ocupó diversas responsabilidades en este sector. Es fundadora del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (1990) y ha colaborado en la Comisión Cubana de la UNESCO. El Consejo de Estado de la República de Cuba le ha otorgado diversas condecoraciones y medallas.


(Uma publicação da (Ocean Sur, 2010)

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